Los bailes más excitantes y morbosos

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Bailar es una de las actividades que más nos motivan, incluso a aquellos que no somos ni mucho menos expertos en bailes y movimientos acompasados. La música se nos mete dentro y el ritmo nos hace movernos como nos sale. Y como ocurre con la música, no hace falta ser un bailarín profesional para disfrutar de un buen baile, solo quitarnos de encima la vergüenza. Hay quien solo baila en privado, para que nadie les vea. Hay quien se apunta a clases de bailes de salón, de salsa o bachata, para aprender al menos lo básico y poder moverse con soltura en la pista. Sea como fuere, todos hemos bailado alguna vez, de alegría, de satisfacción, por pura emoción al escuchar esa canción que tanto nos gusta, con la pareja con la que queremos compartir nuestra vida. Se baila en las celebraciones más importantes, en eventos multitudinarios de música, e incluso en ceremonias religiosa. Porque el baile es una de las primeras expresiones del ser humano, una de las más antiguas y rituales.

Eso ha quedado marcado en nuestros genes, en nuestro cerebro, y ahora lo hemos convertido también en un ritual social. La gente lleva conociéndose en bailes desde hace siglos, y en algunas épocas concretas llegaron a ser incluso eventos imprescindibles en la alta sociedad. Para encontrar un buen marido, o una esposa casadera, se formalizaban bailes con los solteros y solteras más solicitados. Hay casi tantos bailes como estilos de música, así que cada cual tiene sus propias características, pero está claro que cuando se habla de baile en parejas, el componente sensual está muy presente. Incluso en esos castos bailes en los que los cuerpos apenas se tocan. Esa conexión que se desarrolla entre ambos bailarines crea un vínculo que puede ir mucho más allá de la pista. Siempre se ha dicho, por ejemplo, que quien sabe moverse bien en la pista también lo hace bien en la cama. Y es que hay estilos en los que la sexualidad está tremendamente presente, de una forma incluso obvia y explícita. Estos son los bailes actuales más sensuales que existen.  

Perreo

Se ha puesto de moda recientemente, pero es sin duda uno de los bailes que más pega en estos momentos, arrasando con todo. El perreo o grinding en su término en inglés se originó en el Caribe, en relación con la música dancehall, y llegó a Estados Unidos para asimilarse a los nuevos ritmos latinos. El reggeaton se ha apropiado casi por completo de este baile tan sensual, que incluso aparece nombrado en muchas letras de canciones comerciales.

En cuanto a su nombre, es una comparación con la famosa postura del perrito, en la que los amantes copulan dándose la espalda, con el chico penetrando desde atrás. El perreo tiene, por tanto, una connotación erótica de lo más obvia, y hay muchas chicas que han conseguido hacer de él una forma de seducción infalible a través del twerking, un movimiento rápido de nalgas.  

Pole dance

Otro clásico dentro de los bailes sensuales. El pole dance siempre se ha relacionado con el striptease, ya que es común que las chicas que lo practican utilicen esta barra. Sin embargo, hay muchas mujeres, y también hombres, que hacen pole dance sin necesidad de desnudarse. Es un baile exigente, eso sí, ya que requiere de mucha fuerza en los brazos, y también de flexibilidad. Sin embargo, es uno de los más vistosos que existen, y dominarlo lleva su tiempo, pero es un gran reto para aquellos que disfrutan de ellos.

La sensualidad del pole dance, incluya o no desnudo, es el propio hecho de recrear ciertas posturas sobre la barra. La erótica de bailar en torno a ella ya está tan metida en nuestra mente que cualquier baile de este tipo de nos resultará excitante. Las academias de baile cada vez apuestan más por el pole dance, así que no es complicado encontrar alguna donde podamos aprender con clases.  

Kizomba

Este baile, originario de Ángola, se ha vuelto tremendamente popular por todo el mundo en las últimas décadas. Sus movimientos primigenios se han ido adaptando al nuevo tipo de música al que acompañan, habitualmente latina. Muchos piensan que la kizomba es una versión lenta y más apegada de la salsa, pero en realidad son dos bailes distintos.

Cuando una pareja baila kizomba, sus movimientos son tranquilos, suaves, como flotando sobre la pista. Se deben mantener muy juntos, y el contacto de sus torsos es constante, con todo lo que eso provoca. Es uno de esos bailes que permite erotizar mucho cada movimiento, y es que la música tampoco acompaña en ese sentido, con temas muy morbosos.  

Tango

El baile argentino por antonomasia cuenta también con un punto sensual irrenunciable. La compenetración con la pareja debe ser total, y eso significa que debemos tener mucha confianza con la que persona con la que estamos bailando. Además, la música acompasada da lugar a ciertos movimientos que son ya de por sí muy sensuales.

Es un baile elegante, para caballeros y señoritas, que tiene muchísimas variantes. Al contrario que la mayoría de los que aparecen en la lista, sí se puede considerar un baile de salón, casi clásico. Su popularidad le ha hecho extenderse por todo el mundo, y no resulta complicado encontrar clases de tanto para aprender a bailarlo. Es un baile difícil a la hora de perfeccionarlo, pero las primeras nociones son relativamente sencillas, así que podremos ir aprendiendo poco a poco y mejorando con la práctica.  

Bachata

Otro de esos ritmos caribeños que se vuelven irresistibles cuando suena una canción de este género. El baile de bachata va íntimamente ligado a esa categoría musical, muy popular en los países de Centroamérica y el Caribe. De Puerto Rico a Colombia, la bachata se ha convertido en los últimos años en uno de los géneros más escuchados en el mundo latino, combinándose con el pop o el reggeaton.

El éxito de la música ha llevado también a muchos a aprender este baile tan sensual, algo más sencillo que la salsa, pero igualmente excitante. El contacto físico con la pareja es continuo, y la propia sensualidad de la letra de las canciones nos incita a acercarnos más y más en nuestros movimientos. La bachata es también un buen ejemplo de sincronización con la pareja, que puede derivar en algo más fuera de la pista…