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Noelia, de diva del pop latino al porno

Siempre se dice que en música lo difícil no es llegar, sino mantenerse. De hecho, no es extraño que un grupo o artista tengan un gran éxito con una canción y luego desaparezcan por completo del mapa. Los llamados one hit wonder pueden presumir de haber puesto a cantar y a bailar a todo el mundo, pero no han podido sostener una carrera larga y fructífera más allá de una canción. La industria de la música puede llegar a ser muy dura, y no son pocos los que sucumben al éxito, ya sea por las drogas, por enemistades o simplemente por no encontrar el camino. Se necesita no solo talento, sino también madurez y buena cabeza a la hora de tener una carrera de éxito durante muchos años. No todos pueden conseguirlo, pero es cierto que en muchos casos, los cantantes y artistas suelen tener segundas oportunidades para volver a triunfar, gracias a la nostalgia.

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Los bailes más excitantes y morbosos

Bailar es una de las actividades que más nos motivan, incluso a aquellos que no somos ni mucho menos expertos en bailes y movimientos acompasados. La música se nos mete dentro y el ritmo nos hace movernos como nos sale. Y como ocurre con la música, no hace falta ser un bailarín profesional para disfrutar de un buen baile, solo quitarnos de encima la vergüenza. Hay quien solo baila en privado, para que nadie les vea. Hay quien se apunta a clases de bailes de salón, de salsa o bachata, para aprender al menos lo básico y poder moverse con soltura en la pista. Sea como fuere, todos hemos bailado alguna vez, de alegría, de satisfacción, por pura emoción al escuchar esa canción que tanto nos gusta, con la pareja con la que queremos compartir nuestra vida. Se baila en las celebraciones más importantes, en eventos multitudinarios de música, e incluso en ceremonias religiosa. Porque el baile es una de las primeras expresiones del ser humano, una de las más antiguas y rituales.

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Jhay Cortez y Mia Khalifa, la pareja de moda

No hay semana en la que no aparezca una nueva pareja de celebridades en el panorama nacional o internacional. Actores y músicos, influencers y deportistas, modelos y cantantes… Parece que las personas con mucha fama y popularidad tienden a juntarse entre sí, tal vez porque solo una pareja en su misma situación entenderá lo que conlleva la propia fama. Sin embargo, estas relaciones no siempre son sencillas. Están observadas en todo momento bajo el ojo público, y más en esta época de redes sociales y teléfonos inteligentes con cámaras. Cuando dos famosos tienen una relación pública todo el mundo acaba enterándose, siguiendo cada uno de sus pasos, y esto puede llegar a ser tan demoledor como la distancia o la falta de tiempo para verse. Ejemplos hay miles, desde Shakira y Piqué, con la colombiana marchándose a vivir a Barcelona  para estar con su marido y dejando un poco en standby su carrera musical, hasta Javier Bardem y Penélope Cruz, un matrimonio de actores que ha sabido mantener la confianza con los años.

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Lana Rhoades: de bailarina en un club a estrella porno

A la hora de dedicarse a la industria del porno, hay quien comienza grabando vídeos amateur o ejerciendo como modelo de webcam. En el caso de Lana Rhoades, sus inicios no estuvieron estrictamente relacionados con la generación de contenido para adultos. Y es que la que fue considerada como una de las grandes estrellas del porno actual inició su carrera como bailarina en un club para hombres.

En este artículo queremos hablarte de los orígenes de Lana Rhoades y de cómo pasó de ser una bailarina en un club a convertirse en la que posiblemente sea una de las actrices porno más buscadas de Internet.

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Cómo organizar la despedida de soltero perfecta

Es una de las experiencias inolvidables para cualquier hombre. Porque casarse está muy bien, pero la diversión real llega poco antes, durante la despedida de soltero. Ese evento que reúne a todos los amigos en una “ultima juerga” que promete ser épica, y que aunque no se la última, porque nunca lo es, sí que debe ser especial. Despedirnos de la soltería es uno de esos momentos cruciales en los que nos damos cuenta que estamos a punto de dar un paso importante en nuestras vidas. Algo que queremos compartir con nuestros mejores amigos, con los que han estado ahí siempre para nosotros. Un evento que lleva celebrándose desde hace siglos, aunque de formas muy diferentes, claro está. Cada grupo de amigos, además, se toma las despedidas de una forma distinta. Lo que nunca puede faltar, eso sí, es la diversión, la fiesta… y un poco de picante, porque estás a punto de quedar “encadenado” para siempre a la misma mujer.

Hay mucha mitología también en torno a este tipo de eventos, porque todos hemos vivido una despedida de soltero tan salvaje que la resaca nos ha durado días en pasarse. El amigo del amigo de nuestro amigo tuvo la suya en Las Vegas, tal otro se fue durante varios días con su pandilla a un país extranjero y nadie quiere hablar de lo que pasó allí… Ese punto de misterio, pero también de compañerismo, de decir siempre “lo que pasa en la despedida se queda en la despedida”, es algo imprescindible. Debemos contar con nuestros amigos de mayor confianza porque la noche puede irse un poco de madre, y que ocurran cosas que tal vez no queremos que los demás sepan. Por eso es bueno rodearnos de la gente que de verdad nos aprecia, gente en la que podamos confiar. Sin embargo, en  la mayoría de ocasiones los novios apenas pueden decidir nada sobre su propia despedida, ya que son los amigos los que se encargan de organizarla. Siempre al gusto del novio, pero también guardando ciertas sorpresas para que ese evento sea absolutamente inolvidable.

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Bailar rock and roll en pareja ¡sigue estos consejos!

Pocos estilos han logrado ser tan sugerentes, divertidos y populares como el rock and roll. Está claro que su popularidad ya no es la de antaño, pero aun así todavía hay muchos que disfrutan escuchando este estilo de música, que surgió en los años 50 en Estados Unidos como una versión más moderna y movida del rythm & blues. Grandes artistas como Elvis Presley, Jerry Lee Lewis o Chuck Berry hicieron de este estilo una auténtica revolución, sobre todo entre los jóvenes. El rock and roll es la música que marcó aquella década de los 50, que nos ha llegado, a través de las películas, de una forma bastante edulcorada. Hoy por hoy todavía hay muchos grupos que siguen practicando este estilo, en todas sus vertientes, sin olvidarnos de que fue también la primera piedra para crear el rock y todos sus derivados.

Pero el rock and roll no solo se disfruta escuchándolo, sino también bailándolo. Y es que una de las principales cosas que gustaron a los jóvenes de este estilo cuando surgió es que se podía bailar, y de hecho, no era tan complicado hacerlo. Movernos al ritmo de la música nos parece hoy lo más normal del mundo, pero antes del rock and roll, los demás estilos solo eran bailes de salón. Es decir, no había ninguna música realmente popular que se bailara, al menos no como se bailaba aquel ritmo que nos hacía mover las caderas. Por eso el rock and roll se volvió tan popular entre la juventud, y lo sigue siendo hoy en día. Musicales como Grease ayudaron muchísimo a conseguir que esa popularidad llegase más lejos. Hoy por hoy, el rock and roll es uno más entre tantos estilos de baile que podemos encontrar en las competiciones, o en las academias profesionales. Uno muy divertido que se baila en pareja, y que necesita mucha coordinación, como vamos a ver a continuación.

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¿Qué se estudia para ser bailarín?

El ser humano siempre ha sentido la necesidad de expresarse a través del arte, de las diferentes disciplinas que lo conforman. La música, la pintura, la fotografía, la literatura, y también el baile o la danza, seguramente una de las primeras formas de expresión que nuestra especie desarrolló. Se sabe que nuestros antepasados solían tener danzas rituales que llevaban a cabo en los momentos más importantes de sus vidas, al casarse, al tener hijos, al realizar ofrendas a sus dioses… Aun hoy nos queda ese remanente en muchas celebraciones, donde el baile, ya adaptado a nuestros tiempos, es uno de los puntos primordiales del evento. Y desde luego, son muchas las tribus que siguen realizando este tipo de danzas tan especiales y significativas, como un legado de sus más antiguos antepasados. El baile es una forma de expresión y de emoción, pero también puede ser una vocación.

Y es que llegar a ser bailarín no es precisamente fácil, ya que como cualquier otro trabajo relacionado con el arte y la cultura suele estar rodeado de mucha competitividad, precariedad y sacrificio. Una cosa es que nos guste bailar, que disfrutemos moviéndonos al compás del ritmo de una canción, divirtiéndonos con nuestros amigos y dándolo todo en las pistas de los boliches. Pero dedicarse profesionalmente al baile requiere una implicación absoluta que, en muchos casos, se hace casi imposible, sobre todo para personas jóvenes que deben dejar atrás muchas cosas para conseguirlo. Aun así, si el baile es tu verdadera pasión y tienes claro que quieres dedicarte a ello y convertirlo en tu forma de vida, aquí te vamos a dar algunos consejos sobre cómo conseguirlo, sobre qué tipo de estudios debes realizar para estarlo mejor preparado posible a la hora de afrontar un reto tan grande.

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Bandas sonoras y su importancia en el cine

Dicen que cuando Alfred Hitchcock creó su obra maestra de 1960, Psicosis, hizo un pase previo para algunos amigos y conocidos, algo habitual en aquellos tiempos, para comprobar cómo funcionaba la película. Todos quedaron maravillados y sobrecogidos con el giro final, y Hitchcok salió de allí satisfecho… o casi. Su mejor, Alma, que además era la persona en la que más confiaba en lo que a decisiones fílmicas se refiere, le comentó que le faltaba algo a la película. No tenía música, y eso era algo que había que arreglar. Cuando Hitchcock volvió a repetir el mismo ritual poco después, ya con la partitura definitiva compuesta por su amigo Bernard Hermann, Alma le dio una más que calurosa aprobación. La última pieza que faltaba en aquella obra maestra ya estaba colocada.

El propio Hitchcock reconoció tiempo después que buena parte del éxito de la película residía precisamente en la banda sonora de Hermann, seguramente su mejor trabajo para el cine. Y es que hasta un director de la talla del británico sabía que por más buena que fuera una escena, con la música podía conseguir que llegase a ser soberbia. Las bandas sonoras han sido imprescindibles en el desarrollo del cine como arte y espectáculo en el siglo XX y por supuesto, también ahora en el XXI. Desde las primeras películas, que incluían música en directo tocada por una orquesta en el propio cine, hasta las bandas sonoras actuales de John Williams o Hans Zimmer, hemos recorrido más de un siglo de música para el cine, que nos emocionaba, nos hacía llorar o nos ponía los pelos de punta. Esta es una breve historia de las bandas sonoras.

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Excitar a una mujer adulta mediante la música

Antes que nada, si se toma como referencia lo que nos dicen las investigaciones científicas en la actualidad, un estudio de la Universidad de Sussex en Inglaterra, ha encontrado y comprobado que la denominada música compleja se encuentra en mejores condiciones de excitar sexualmente a las mujeres adult guia.

De acuerdo con esta investigación, hay que comprender por música compleja a todas aquellas piezas en las que existen más variedad de acordes y de ritmos sincopados, los cuales al ser escuchados por las mujeres, pueden ocasionar que se exciten sexualmente con una mayor facilidad.

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¿Es fácil cantar y tocar la guitarra a la vez?

¿Eres uno de los muchos guitarristas que luchan con la coordinación de tus manos y tu voz? A ver, puedes tocar la canción. Puedes cantar la canción. Pero todo se va al carajo cuando intentas hacer ambas cosas simultáneamente.

Cantar mientras se toca la guitarra puede ser un reto abrumador para un principiante. Para lograrlo, es necesario tener un buen sentido del ritmo y de la sincronización y la capacidad de sintetizar dos acciones diferentes. Pero como todo lo que has aprendido a hacer con la guitarra, se puede dominar.